viernes, 26 de abril de 2019

Gorgias invalida todos los discursos.

Gorgias es un escéptico que especula que todo lo que se dice es pura imaginación. No hay nada 'espiritual' sino pura concupiscencia: compulsión por obtener placer, éxito, halagos, dinero, bienes materiales o terrenos, en especial deseo sexual exacerbado o desordenado.
"Dicen los teólogos morales que en el Mal existe siempre por concupiscencia". O sea, que si se busca el trasfondo último de todos los discursos, no se encuentra nada, puras mentiras y excusas.
Pero, si ningún discurso es válido, tampoco el suyo.

Protágoras, Gorgias y los sofistas no advierten que la suya no es la verdad última; no es el fondo mismo de la reflexión: la mente siempre da para ir más lejos. El escepticismo sólo es mal humor, desilusión y depresión. Si no fuera cierto ni Dios, ni los extraterrestres ni la tendencia al Bien, siempre hay la posibilidad de construirlo. 

En todos los casos la Ciencia Ortodoxa es gorgiana y no se le puede reprochar su escepticismo.




 

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