"Dicen los teólogos morales que en el Mal existe siempre por concupiscencia". O sea, que si se busca el trasfondo último de todos los discursos, no se encuentra nada, puras mentiras y excusas.
Pero, si ningún discurso es válido, tampoco el suyo.
Protágoras, Gorgias y los sofistas no advierten que la suya no es la verdad última; no es el fondo mismo de la reflexión: la mente siempre da para ir más lejos. El escepticismo sólo es mal humor, desilusión y depresión. Si no fuera cierto ni Dios, ni los extraterrestres ni la tendencia al Bien, siempre hay la posibilidad de construirlo.
Protágoras, Gorgias y los sofistas no advierten que la suya no es la verdad última; no es el fondo mismo de la reflexión: la mente siempre da para ir más lejos. El escepticismo sólo es mal humor, desilusión y depresión. Si no fuera cierto ni Dios, ni los extraterrestres ni la tendencia al Bien, siempre hay la posibilidad de construirlo.
En todos los casos la Ciencia Ortodoxa es gorgiana y no se le puede reprochar su escepticismo.
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